Negocios en crisis y comunidad de inversores: el movimiento que está creciendo en España

En los periódicos suele aparecer la misma imagen: grandes fondos internacionales comprando empresas en crisis, cifras de millones de euros y acuerdos que parecen inalcanzables para cualquiera que no tenga un equipo de abogados en plantilla.

Pero la realidad, la que no sale en las portadas, es mucho más interesante para un inversor mediano. Todos los meses hay negocios reales, de tamaño manejable, que cambian de manos en concursos de acreedores o ventas rápidas. Son operaciones que no requieren cientos de millones, sino capital organizado, agilidad y un plan claro.

Cuando la crisis es una oportunidad

Las empresas entran en crisis por mil razones: deudas mal gestionadas, caída de ventas, problemas con socios… Pero no siempre significa que el negocio esté muerto. Muchas veces lo que falla son las finanzas, no el producto, la clientela o el mercado.

Un ejemplo muy reciente fue Fotoprix. Esta cadena de tiendas de fotografía llevaba años en problemas, pero su marca, sus locales y su clientela seguían ahí. En marzo de 2025, Creative Picture Partners compró 50 de sus tiendas por 2,6 millones de euros en concurso. No hablamos de una multinacional opaca, sino de un grupo de socios que vio la oportunidad de rescatar lo que funcionaba, reorganizarlo y darle un nuevo futuro.

El papel de las comunidades de inversores

Es aquí donde las comunidades de inversores privados tienen un papel clave. En lugar de un solo inversor asumiendo toda la carga, varios se unen para reunir capital y experiencia. Estas comunidades suelen enfocarse en operaciones que un fondo internacional ni miraría: negocios entre 500.000 y 5 millones de euros, con capacidad de ser reflotados o vendidos a medio plazo.

Un caso que muchos recuerdan en el sector alimentario fue el de Clesa. La marca pasó por concurso y su unidad productiva fue comprada por una agrupación de cooperativas lácteas. No era un fondo gigantesco, sino un grupo organizado con intereses alineados. La reestructuración funcionó y Clesa volvió a estar en los lineales de supermercados en pocos años.

Por qué este mercado interesa al inversor mediano

La ventaja para el inversor mediano está en el tamaño:

  • Negocios más pequeños significan menos competencia.
  • Se pueden negociar condiciones flexibles con administradores concursales.
  • Los activos tangibles (maquinaria, contratos, stock, marca) se compran con descuentos significativos.

En muchos casos, estas operaciones no requieren una estructura compleja: basta con un club bien organizado, un asesor legal competente y una estrategia de entrada y salida clara.

La clave: elegir bien y actuar rápido

En este tipo de inversión, la velocidad es tan importante como el análisis. Los concursos y liquidaciones no esperan. La diferencia entre ganar una operación y perderla suele estar en tener la decisión tomada y los recursos listos.

Y aquí hay un consejo práctico: las mejores oportunidades rara vez se anuncian en grandes portales. Se encuentran siguiendo los boletines oficiales, las redes de administradores concursales, los despachos que gestionan pymes y, sobre todo, manteniendo contacto con otros inversores. En nuestro canal de Telegram compartimos algunas de estas oportunidades en tiempo real, para que puedas conocer operaciones antes de que lleguen al mercado abierto. Además, podrás estar en contacto con nuestra comunidad de inversores, intercambiando ideas, experiencias y posibles colaboraciones.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *